jueves, 13 de junio de 2013

BELLE ÉPOQUE

   Hoy quiero dedicar el post a un indispensable en el vestidor de cualquier mujer: El Corsé. Empecemos recordando un poco de historia. Su origen se remonta al año de 1700 A.C. , cuando las habitantes de la Isla de Creta lo utilizaban para destacar su figura levantando sus senos de tal manera que se mostraran por fuera de su ropa. Las griegas y romanas también lo utilizaban pero para reducir el tamaño del busto.Este invento que muchas veces dejaba sin respiración y en otras provocaba casi el desmayo, se lo debemos a Catalina Médicis que debido a que prohibió que las mujeres mostraran una cintura ancha en la Corte Real de Francia en 1550 tuvieron que usarlo prácticamente de modo obligatorio.





   Estaba diseñado con colores claros, una tela resistente, varillas muy rígidas pegadas al los lados y cordones cruzados para apretar hasta la asfixia la cintura y poder llegar a esos alucinados 50cms. de diámetroPosteriormente llegó Clara Clark con su bendita mejora: modificó el corsé con un diseño semejante al del brassiere que conocemos hoy; un diseño de bolsas pectorales y tirantes que pasaban por los hombros y se cruzaban en la espalda. Después de algunos años no sólo se modifica su diseño sino que también se le agregaron sensuales y coquetos detalles como la liga graduable o liguero que inicialmente usaban las bailarinas de Can-Can. 

   Después de esta pequeña introducción llegamos a la actualidad; el corsé ha vuelto a ponerse de moda y no como prenda interior o para reducir curvas, sino para combinarlo con ropa actual como pueden ser unos simples vaqueros y unos tacones. Es indiscutible que el corsé ensalza la figura de la mujer y sus atributos, haciéndola más sensual. 




   Pues bien hasta hace unos años para mi no existía como prenda de uso, pero lo conocí de la mano de la ilustradora Victoria Fránces, no sólo me entusiasmaron sus dibujos, sino lo natural que parecía llevando diferentes modelos de corsé de la ahora más que conocida Maya Hansen. Simplemente perfectos, elaborados a mano, la diseñadora se encarga de fabricarlos en pequeñas cantidades, personalizados y únicos, con telas de la mejor calidad, incrustaciones, lazos de seda y todo lujo de detalles.




Victoria con algunos de los diseños de Maya.

   Son diseños de gran calidad pero carísimos, en este caso se cumple el dicho de que lo bueno se paga, los más básicos rondan los 200 €. Pero no desesperemos que el tener un corsé bonito y de calidad puede estar perfectamente a nuestro alcance si sabemos dónde buscarlo. Existen tiendas on line y tiendas físicas en el caso de Madrid, que tienen corsés de calidad, no son de materiales tan maravillosos como los de Maya, pero que están muy bien y tienen un precio más que apetecible.

   Voy a hablar primero de la tienda on line Corses.es , si te apuntas a la newsletter, suelen mandarte ofertas con descuentos y promociones. Son bastante baratos, siempre dependiendo del material que queramos, con el único inconveniente de los gastos de envío, que me parecen excesivos. El pro: te lo hacen totalmente a medida es decir que si no tienen de tu talla tienes que esperar a que te lo hagan; ¿el contra, aparte de los gastos de envío? Las tallas de tallaje, algunas te indican como debes medirte para saber que talla utilizas pero aún así son erróneos. En esta tienda compré un par de ellos y la verdad que quedan fenomenal.



En rojo de raso con brillantes, es más fino y más barato.



Y en rosa con brocado en negro, de tela más gruesa y con doble tela en la parte trasera, costó un poco más caro.

   Pero sin ninguna duda yo me decanto por una pequeña tienda situada en plena puerta del sol de Madrid: El secreto de Carol; tienen venta on line, pero si resides en Madrid lo mejor es darse una vuelta y echar un ojo. Trato totalmente personalizado, se encuentra en la primera planta de un portal, allí las chicas te probarán los que quieras sin que tengas que estar martirizándote para poder abrocharlo. Tienen más de 100 modelos en tienda y cada uno es más bonito que el anterior. Adquirí uno para disfrazarme en carnaval y al final lo he terminado usando para salir. Son bastante baratos y por supuesto te ahorras los portes.



En blanco con brocado de raso, quita la respiración.

   Resumiendo, podemos encontrar un mundo sin fin de corsés en internet, pero como recomendación es mejor ir a la tienda y deleitarse con ellos; no hace falta decir que siempre existen copias malas y baratas en establecimientos innombrables que debemos de evitar a toda costa. 
   
   Y ¿Quién le iba a decir a Vivien Leigh que 74 años después de que protagonizase "Lo que el viento se llevo" (1939) nos pelearíamos por conseguir el último modelo de una prenda que para ella fue un auténtico castigo?









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